sábado, 14 de enero de 2012

De los errores ¿Se aprende?



Cuando uno se equivoca, pues bien, se suele decir que de sus errores aprende. Pero, ¿Y si no es así? ¿Y si cometemos el mismo error, una vez, y otra, y otra? Si al final será verdad: el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Entonces, ¿Por qué de los errores se aprende? Eso es mentira. Aunque hay dos tipos de personas; las que sí que aprenden y las que no. En fin...el caso es que las personas que aprenden, ¿Qué pasaría si se les olvidara? Es más ¿Y si lo superaran? Si de verdad consiguen no cometerlos más, entonces es cuando estamos jodidos. La vida se vive a base de errores, errores imborrables o sencillamente olvidados. Aunque sí, a parte hay aciertos y a veces no hay ni que tomar decisiones ¿Qué más da? Pues yo soy feliz con mis errores, sin ellos no sería yo.

Y luego están las personas que tropezamos día sí y día también con nuestros errores, esas personas que miran bien el camino, miran bien allí donde pisan, se miran sus pies andantes, pero oyen un ruido, algo que les distrae, levantan la cabeza y ¡PUMBA! Se caen de morros al suelo y se dan cuenta de que otra vez se han tropezado con la misma piedra, pero lo bueno es que se levantan. No importa la distracción, siempre será la misma piedra, no te preocupes en mirar si te tropezarás con otras piedras porque no es así, siempre será con la misma piedra. ¿Y si tanto mirar el detalle nos olvidamos de mirar al frente y nos tropezamos continuamente con nuestros errores? No estoy diciendo que vayamos como animales hambrientos a comernos el mundo, pero sí que disfrutemos de cada momento, de nuestra vida con unos gramitos de locura, que eso nunca viene mal. Y hablando de la vida, en verdad no es fácil hablar de ella. La vida, la que es solo de los que se dignan a mirarla a la cara, a los ojos. La vida, esa que pasa tan rápida, o tan lenta. La vida la que muchos creen que es la mierda más grande jamás creada. Pues veréis, a éstos, os diré algo; la vida, nunca es corta para sentirla; nunca es dura para palparla;
la vida, nunca es vida sin vivirla.